Pals, un encantador pueblo medieval ubicado en la región de la Costa Brava en España, es un destino turístico que no te puedes perder. Con su conjunto histórico y artístico perfectamente conservado, Pals te transportará en el tiempo a la época medieval con cada paso que des por sus calles empedradas y sus impresionantes murallas.
Una de las razones por las que Pals es tan especial es su increíble conservación. A través de los años, este pintoresco pueblo ha mantenido su esencia medieval, lo que hace que una visita a Pals sea como viajar en el tiempo.
Las casas de piedra, las callejuelas con arcos y las plazas con miradores te harán sentir como si estuvieras en un cuento de hadas.
Además de su esplendor arquitectónico, Pals ofrece una maravillosa experiencia para aquellos que buscan tranquilidad. Según las reseñas de los visitantes, es recomendable evitar los días en que se monta el mercadillo, ya que puede ser complicado encontrar estacionamiento.
Sin embargo, durante el resto del año, puedes disfrutar de un paseo apacible y relajante sin las aglomeraciones de turistas.
Si eres amante de la cerámica, Pals alberga a un ceramista muy importante llamado Buxó. Sus obras de arte han dejado su huella en el pueblo, y algunos turistas han tenido la suerte de conocer al artista en persona.
Aunque solitario, Buxó sigue fascinando con su genio y talento, y sin duda, es una parada obligatoria para los amantes del arte.
Otra ventaja de visitar Pals es que, junto al pueblo, se encuentra Peratallada, otro pueblo medieval que también sorprende con su belleza y encanto. Para quienes tienen tiempo suficiente, una visita a ambos lugares complementará perfectamente su viaje.
En cuanto a la logística, Pals cuenta con parqueos gratuitos a la entrada del pueblo, aunque pueden quedarse pequeños en temporada alta. Desde allí, se puede caminar cinco minutos hasta la entrada al casco antiguo.
Dentro del pueblo, encontrarás algunas tiendas y opciones de restauración al comienzo de la parte antigua, pero a medida que te adentras, te sumergirás en la experiencia medieval sin muchas distracciones modernas.