Descubre las maravillas de Sabiñánigo con nuestra lista de las 5 mejores cosas qué ver en este encantador rincón del Pirineo Aragonés. Desde imponentes paisajes montañosos hasta pintorescos pueblos cargados de historia y cultura, Sabiñánigo promete cautivarte en cada visita.
Prepárate para deleitarte con su encanto único y sumergirte en una experiencia inolvidable llena de aventuras al aire libre, monumentos impresionantes y una deliciosa gastronomía local. Sigue leyendo y descubre todo lo que este destino tiene reservado para ti.
LAS 5 MEJORES cosas qué ver en Sabiñánigo
1. Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo
El Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo es un lugar único que nos transporta a la vida de nuestros antecesores. Ubicado dentro de la Casa Batanero de El Puente de Sabiñánigo, este pequeño museo fue creado por la Asociación de Amigos del Serrablo con el objetivo de preservar el arte de las iglesias del Serrablo y dar a conocer la cultura antropológica de la comarca. Si estás interesado en conocer cómo eran las gentes del Pirineo aragonés en los siglos XIX y XX, este es el lugar ideal para visitar. Dedica un par de horas a explorar este museo y no te olvides de buscar a Pedrón en la falsa, una experiencia imperdible.
El Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo es un tesoro escondido en Sabiñánigo que sorprende a todos los visitantes. A pesar de ser un poco difícil de encontrar, vale la pena el esfuerzo. Recoge piezas curiosas que muestran las costumbres y objetos de la zona. Si estás visitando con niños, esta es una excelente opción, ya que ofrece una experiencia educativa y entretenida para toda la familia. Sin embargo, ten en cuenta los horarios de cierre, ya que por la tarde cierran temprano, a las 18:30 horas. Así que asegúrate de planificar tu visita con tiempo suficiente para verlo todo con calma.
El Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo es un Museo Etnológico muy completo en el que se pueden encontrar una gran variedad de piezas de labranza y utensilios de la vida cotidiana de hace muchos años. Con tres plantas para explorar, este museo ofrece una inmersión profunda en las costumbres tradicionales de la zona. La entrada tiene un costo de 2 €, una inversión mínima para descubrir y enamorarte de este lugar fascinante. Tanto si eres un apasionado de la historia como si simplemente quieres conocer más sobre la vida de nuestros antepasados, este museo es una visita obligada en Sabiñánigo. No importa si vienes con niños o sin ellos, este museo promete sorprender y encantar a todos los visitantes.
Horarios
- Martes: 10:00 - 13:3015:00 - 18:30
- Miércoles: 10:00 - 13:3015:00 - 18:30
- Jueves: 10:00 - 13:3015:00 - 18:30
- Viernes: 10:00 - 13:3015:00 - 18:30
- Sábado: 10:00 - 13:3015:00 - 18:30
- Domingo: 10:00 - 13:3015:00 - 18:30
2. La Borda de Pastores
La Borda de Pastores es un auténtico tesoro escondido en Sabiñánigo, un lugar donde la tranquilidad y la belleza de la naturaleza se combinan a la perfección. Este establecimiento rural, regentado por los encantadores Teresa y Vicente, te hará sentir como en casa desde el momento en que llegues. Los dueños son unos magníficos anfitriones, siempre dispuestos a ayudar y compartir sus conocimientos sobre la vida rural y la cooperativa de pastores que regentan.
El entorno de La Borda de Pastores es simplemente espectacular. Rodeado de impresionantes montañas y verdes prados, este lugar es ideal para realizar rutas de senderismo y disfrutar de la belleza natural de la zona. Además, cuenta con un museo de pastores, donde Teresa y Vicente te guiarán a través de la historia y la vida del pastoreo en la región. Sin duda, una experiencia enriquecedora que te sumergirá en la cultura local.
Las habitaciones de La Borda de Pastores son acogedoras y encantadoras, que harán que te sientas cómodo y relajado durante tu estancia. Además, el establecimiento cuenta con perritos muy cariñosos que te robarán el corazón. La comida también es otro punto destacado de este lugar, ya que podrás disfrutar de platos tradicionales como migas, ensaladas con productos del huerto y el auténtico ternasco de Aragón a la brasa. Una experiencia gastronómica que no te puedes perder.
Una visita a La Borda de Pastores en Sabiñánigo es imprescindible si buscas un lugar donde desconectar y disfrutar de la tranquilidad y la belleza de la naturaleza. Tanto si te interesas por la vida rural y la historia del pastoreo, como si simplemente buscas un lugar para relajarte y disfrutar de la buena comida, este lugar te conquistará desde el primer momento. No te arrepentirás de visitar este auténtico paraíso rural.
3. Iglesia de San Pedro
La Iglesia de San Pedro en Sabiñánigo es uno de los tesoros arquitectónicos más destacados de la zona. Forma parte de la famosa Ruta de las Iglesias de Serrablo y es considerada una joya del románico del Gállego. Su construcción se inició alrededor del año 1050 y se caracteriza por su planta de cruz latina y su ábside semicircular. La iglesia cuenta con una nave única y un presbiterio finalizado en un impresionante ábside con siete arquillas ciegas. Su torre-campanario, situada en el lado norte, añade un toque de personalidad a la estructura con ventanas de tres arquillos en cada lado. La iglesia de San Pedro de Lárrede se destaca no solo por su belleza arquitectónica, sino también por su ubicación en un entorno natural y pintoresco, lo que la convierte en una visita obligada para los amantes del arte y la historia.
Es importante tener en cuenta que la iglesia de San Pedro de Lárrede no está abierta constantemente, por lo que se recomienda asegurarse de los horarios de visita antes de planificar el recorrido. También se ofrecen visitas guiadas en determinadas fechas del año, lo que brinda la oportunidad de descubrir todos los detalles y peculiaridades de este impresionante lugar. Además, al lado de la iglesia se encuentra la antigua herrería, que hoy en día alberga el Centro de Interpretación de las Iglesias del Serrablo. Aquí, los visitantes pueden aprender más sobre las iglesias románicas de la zona y disfrutar de una breve descripción de su historia y características.
La Iglesia de San Pedro en Lárrede es, sin duda, un destino que no te puedes perder durante tu visita a Sabiñánigo. Su arquitectura en estado puro y su ubicación pintoresca la convierten en una experiencia inolvidable. Asegúrate de llevar tu cámara fotográfica y tomarte el tiempo para disfrutar de cada detalle de esta joya del románico del Gállego. Además, si te interesa explorar más sobre las iglesias medievales de la zona, te recomendamos realizar la ruta completa de las iglesias de Serrablo, donde la iglesia de San Pedro destaca como una de las mejores conservadas y más impresionantes de todas. Continúa leyendo para descubrir otros lugares destacados que ver y hacer en Sabiñánigo.
4. Iglesia Vieja de Santa Maria de Gavín
La Iglesia Vieja de Santa Maria de Gavín es un tesoro arquitectónico situado en el parque municipal de Sabiñánigo. Este antiguo edificio románico, construido probablemente en el siglo XI, ha resistido el paso del tiempo y conserva parte de su esplendor original. Lo más destacado de esta iglesia es su ábside, un magnífico ejemplo del estilo románico del Gállego. Decorado con siete arcos ciegos y un friso de baquetones, este ábside es un verdadero deleite para los amantes de la arquitectura antigua. Además, cuenta con una ventana de arco de medio punto doblado en su arco central, que le confiere un encanto adicional. Gracias a los esfuerzos de la Asociación Amigos del Serrablo, estos restos arquitectónicos han sido trasladados y restaurados en el parque de Sabiñánigo, para que los visitantes puedan apreciar y admirar esta joya histórica.
Al pasear por el parque municipal de Sabiñánigo, no puedes dejar de visitar la Iglesia Vieja de Santa Maria de Gavín. Este imponente ábside románico es todo lo que queda de la iglesia original, que fue casi destruida durante la Guerra Civil Española en 1938. Gracias a los esfuerzos de la Asociación Amigos del Serrablo, este magnífico ábside ha sido preservado y restaurado para mantener viva la historia de Sabiñánigo. Construido en sillarejo y de planta semicircular ligeramente peraltada, el ábside está cubierto por una bóveda de horno realizada con meticulosa precisión. Además, presenta un interesante friso de baquetones y siete arcos ciegos sobre lesenas. En el arco central, se encuentra una ventana de arco de medio punto doblado que aporta luz y elegancia al conjunto. Este rincón cautivador es testimonio del encanto medieval de la región y una visita obligada para los amantes de la historia y la arquitectura.
Ubicado en el corazón del parque municipal de Sabiñánigo, la Iglesia Vieja de Santa Maria de Gavín es un tesoro histórico que no puedes dejar de explorar. Aunque la mayoría de la iglesia fue destruida durante la guerra civil española, su ábside ha sido cuidadosamente protegido y restaurado para que los visitantes puedan apreciar la grandeza de la arquitectura románica. El ábside, construido en el siglo XI, cuenta con detalles característicos del estilo románico del Gállego, como sus siete arcos ciegos y un friso de baquetones. Además, en su interior podrás apreciar el presbiterio atrofiado y escalonado que separa el ábside de la nave original. Este rincón cautivador transporta a los visitantes a una época pasada y les permite imaginar cómo era la vida en Sabiñánigo hace siglos. Descubre y maravíllate con la Iglesia Vieja de Santa Maria de Gavín, un tesoro histórico que no debes perderte durante tu visita a Sabiñánigo.
5. Acuario
Acuario
Ubicado en Sabiñánigo, el Acuario es una visita imprescindible para los amantes de la vida marina y aquellos que buscan una experiencia única en el Pirineo. Este acogedor lugar no solo ofrece un entorno acogedor y tranquilo, sino también un trato impecable por parte de su equipo.
Uno de los aspectos más destacados del Acuario es su restaurante, el cual ha recibido excelentes comentarios de los visitantes. Con un trato exquisito y una atención personalizada, el propietario se asegura de que cada comensal se sienta bienvenido y satisfecho. Los platos, elegidos personalmente por el propietario, son una verdadera delicia y reflejan la calidad y el sabor de la cocina local. Sin duda, es una experiencia gastronómica que no debe perderse.
Además de disfrutar de una comida memorable, los visitantes pueden explorar las diversas atracciones del Acuario. Con raciones grandes y exquisitas, como los bandidos, tiras de pollo rebozadas con doritos, o las ensaladas excepcionales, los amantes de la buena comida encontrarán aquí su paraíso. También, los camareros están siempre dispuestos a recomendar opciones según las preferencias y alergias de cada persona, lo que demuestra la atención dedicada a cada cliente.
El Acuario ofrece un ambiente cálido y acogedor que hace que los visitantes se sientan como en casa. No importa si llegas en una noche fría o si necesitas algo de cenar cerca del cierre, el equipo del Acuario te recibirán con los brazos abiertos. Además, los camareros son reconocidos por su amabilidad absoluta, siempre pendientes de las necesidades de los clientes y dispuestos a ayudar en todo momento. Te olvidarás de tener que perseguirlos para pedir algo, ya que están atentos y dispuestos a hacer que tu experiencia sea inolvidable.
El Acuario en Sabiñánigo es mucho más que un simple restaurante. Es un lugar donde la atención y el trato excepcionales se unen para crear una experiencia gastronómica y acuática única. Tanto si eres un amante de la comida, como si buscas sumergirte en el fascinante mundo marino, no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar este encantador lugar. Reserva tu mesa y prepárate para disfrutar de una experiencia inolvidable en Sabiñánigo.
6. Sala Corleone
Sala Corleone es mucho más que un simple bar en Sabiñánigo. Esta pequeña sala se convierte en un punto de encuentro para los amantes de la música en vivo, ya que ofrece numerosos conciertos gratuitos durante los fines de semana. Además de eventos puntuales de diferentes estilos musicales, también organiza ciclos de jazz, blues e incluso monólogos. ¡Siempre hay algo para todos los gustos! Lo sorprendente es que esta sala se mantenga en una ciudad pequeña como Sabiñánigo, pero su éxito se debe al talento de los artistas que presenta y a la increíble energía que se vive en cada actuación.
Conocido como el local de fiesta más grande de Sabiñánigo, Sala Corleone ofrece una experiencia nocturna única. Aquí podrás disfrutar de música variada, un servicio de atención de primera y un ambiente vibrante. Es el lugar perfecto para dejarse llevar por el ritmo y bailar hasta el amanecer. Si estás buscando una noche divertida y llena de diversión, no puedes perderte las fiestas que tienen lugar en Sala Corleone.
Pero no solo se trata de música enlatada. Sala Corleone es también un pub que te ofrece un ambiente tranquilo y acogedor. Aquí tendrás la suerte de presenciar actuaciones en vivo, lo cual es un auténtico lujo. Poder disfrutar de música en directo y sentir la energía de los artistas es algo único. No importa si eres amante del jazz, del pop o del rock, aquí encontrarás un lugar donde disfrutar de buena música interpretada por talentosos artistas.
Ubicada en Sabiñánigo, Sala Corleone se encuentra en una posición privilegiada para los amantes de la música y de la fiesta. ¡No importa el día de la semana, siempre encontrarás algo interesante en este lugar! Así que si estás de visita en la zona, no dudes en acercarte para disfrutar de una noche inolvidable.
Esperamos que este artículo haya despertado tu interés por Sabiñánigo y sus encantos. Como siempre, estamos abiertos a escuchar tus experiencias y recomendaciones, así que no dudes en dejar tus comentarios si has visitado este maravilloso lugar.
¡Nos encantaría saber qué te pareció y qué otros lugares recomendarías!
Además, si tienes alguna pregunta o necesitas más información, estaremos más que felices de ayudarte. ¡No te quedes con las ganas y ponte en contacto con nosotros!
Juntos podemos descubrir todos los secretos que Sabiñánigo tiene para ofrecernos.