Cala Petita es una joya escondida en la isla de Mallorca, un lugar donde la belleza natural se combina con la tranquilidad y la serenidad del entorno. A pesar de que su acceso puede resultar un tanto complicado, visitar esta cala merece totalmente la pena.
Al llegar a Cala Petita, te encontrarás con un entorno salvaje y encantador. A diferencia de otras playas más conocidas y concurridas, esta cala no cuenta con una gran zona de arena ni con mucha sombra para pasar el día.
No obstante, si tienes la oportunidad de visitarla temprano y disfrutar hasta el mediodía, experimentarás la magia de este rincón escondido.
Una de las particularidades de Cala Petita es su acceso. Para llegar a ella, deberás seguir las indicaciones precisas, ya que no es fácil encontrarla a través de aplicaciones de navegación debido a la falta de cobertura en la zona.
Además, el aparcamiento pertenece a un residente local, por lo que deberás pagar una tarifa de 5 euros por todo el día.
Una vez superadas estas pequeñas dificultades, te adentrarás en una cala pequeña pero encantadora. El agua es cristalina y limpia, perfecta para nadar y practicar snorkel.
Si te gusta explorar el mundo submarino, no dudes en traer tu equipo de snorkel y sumergirte en sus aguas turquesas.
Aunque Cala Petita no cuenta con servicios como bares o hamacas, esto hace que conservar su aspecto natural y salvaje sea posible. Te recomendamos llevar contigo todo lo necesario para pasar un día agradable, como comida, bebidas y una toalla para sentarte en las rocas que rodean la cala.
Si decides visitar Cala Petita en temporada alta, es posible que encuentres más gente y que el espacio en la arena sea limitado debido a su tamaño reducido.
Sin embargo, en temporada baja podrás disfrutar de su tranquilidad y soledad, convirtiéndola en un refugio perfecto para desconectar del ajetreo diario.
A pesar de las opiniones encontradas en las reseñas, la mayoría coincide en que Cala Petita es un lugar de ensueño. La vegetación que casi toca el mar, combinada con el color inolvidable de sus aguas, crea un ambiente idílico y único.
En resumen, Cala Petita es una visita obligada para aquellos que buscan escapar de las playas masificadas y disfrutar de un entorno natural y tranquilo. Aunque su acceso puede ser un poco complicado, la belleza de esta cala y la magia que la rodea hacen que valga la pena cada esfuerzo para llegar.
¡No te pierdas la oportunidad de descubrir este paraíso escondido en Mallorca!