La majestuosidad de la Costa Brava no solo se encuentra en sus playas y paisajes de ensueño, sino también en los corazones de sus castillos centenarios. En esta guía, descubriremos los 5 mejores castillos en Costa Brava que te transportarán a épocas de caballeros y reyes.
Desde fortalezas estratégicas hasta residencias señoriales, estos impresionantes monumentos te invitan a viajar en el tiempo y explorar su riqueza histórica. Así que prepárate para descubrir los secretos de estos castillos y sumergirte en la magia de la Costa Brava.
5 MEJORES Castillos en Costa Brava
1. Castillo de Tossa de Mar
El Castillo de Tossa de Mar es una parada obligada para los visitantes de la Costa Brava. Situado en la cima de una colina, ofrece vistas impresionantes de la costa y el mar Mediterráneo. Conocido por su ubicación privilegiada, el castillo también cuenta con un faro desde donde se puede disfrutar de la inmensidad del mar mientras se saborea una refrescante copa. Además, a medio camino hacia la cima, los visitantes pueden hacer una parada para apreciar la estatua de Ava Gardner, quien filmó la película Pandora y el Holandés Errante en este escenario de ensueño.
A pesar de que algunas reseñas mencionan que se esperaban algo más bonito, el Castillo de Tossa de Mar conserva su encanto medieval y ofrece una experiencia única. La muralla medieval, los torreones y las tres torres cilíndricas son testimonio del pasado histórico de la ciudad, y constituyen un paseo hermoso y pintoresco por las empinadas calles del casco antiguo. Desde la cima, se puede llegar al Faro de Tossa, un punto de referencia que ofrece unas vistas impresionantes de la costa. Aunque el acceso puede ser un poco exigente debido a la pendiente, una vez en la cima, el panorama y el paisaje hacen que la visita merezca la pena.
Aunque no existe un castillo propiamente dicho en el Castillo de Tossa de Mar, el recinto amurallado y la estructura medieval son verdaderamente impresionantes. Considerado como el único vestigio de fortificación medieval en la costa de Cataluña, este sitio histórico fue declarado monumento histórico nacional en 1931. El poder recorrer las calles de una ciudad medieval casi intacta y admirar los detalles arquitectónicos de las murallas y torreones es una experiencia única. Además, se puede llegar hasta el Faro y disfrutar de magníficas vistas panorámicas, perfectas para tomar fotografías inolvidables.
El Castillo de Tossa de Mar es un destino que no se puede perder en la Costa Brava. No solo por su ubicación privilegiada junto al mar, sino también por la belleza medieval de sus calles y murallas. Aunque algunos podrían esperar un castillo más tradicional, lo cierto es que esta joya histórica te transporta a otra época y te brinda retazos interesantes tanto del pasado como contemporáneos. Además, el acceso es gratuito, lo que lo convierte en una opción perfecta para un paseo después de comer en uno de los encantadores restaurantes del pueblo.
2. Castillo de San Juan
El Castillo de San Juan es una joya escondida en lo alto de una colina en Blanes, en la hermosa Costa Brava de España. Con unas vistas impresionantes que abarcan toda la bahía de Blanes, este lugar ofrece una experiencia única para los visitantes. Ya sea que decidas subir en coche o aventurarte en un largo paseo hasta la cima del cerro, el esfuerzo valdrá la pena al encontrarte con un mirador con vistas panorámicas espectaculares. Desde allí, podrás apreciar la pintoresca ciudad de Blanes, su puerto y las magníficas calas cercanas. Este lugar estratégico fue construido en el siglo XIII por orden de Grau de Cabrera, y más tarde se levantó una torre de vigilancia en el siglo XVI para proteger la costa de los corsarios y piratas que azotaban la región.
Aunque algunas reseñas mencionan que el castillo está mal conservado y sucio debido al incivismo de algunos visitantes, esto no debería desanimarte. Las impresionantes vistas y el ambiente tranquilo y relajante del Castillo de San Juan lo convierten en un destino imposible de ignorar. Aunque el acceso al castillo puede ser limitado, su ubicación estratégica y su gratuidad hacen de este un lugar ideal para pasar un buen rato y tomar fotografías espectaculares. Así que, si te acercas a Blanes, asegúrate de no perderte esta visita obligada que te dejará sin aliento.
El Castillo de San Juan en Blanes, Costa Brava, es un lugar que combina historia, belleza natural y vistas impresionantes. Desde su ubicación en lo alto de una colina, podrás apreciar toda la bahía de Blanes y disfrutar de un panorama inigualable. Aunque el castillo pueda no estar en su mejor estado de conservación, las vistas y la atmósfera relajante lo compensan con creces. Si estás buscando un lugar especial para explorar y capturar hermosas fotografías, el Castillo de San Juan es una visita imprescindible en la Costa Brava. No te arrepentirás de subir y disfrutar de este mágico mirador.
3. Castell d’en Plaja
El Castell d’en Plaja, ubicado en la impresionante Costa Brava, es una parada obligatoria para aquellos que visitan Lloret de Mar. Esta espectacular cala cuenta con el castillo a su lado, lo que hace que el lugar sea aún más encantador. Caminar por el paseo y contemplar las calas y desfiladeros es una experiencia única que no te puedes perder. Aunque en mi visita no pude acceder al castillo, la imagen del mismo en el acantilado es simplemente impresionante.
Las vistas desde el Castell d’en Plaja son absolutamente espectaculares. Recuerdo haber ido a pasar el día con una amiga y hacer el recorrido hasta la cima fue lo mejor que pudimos hacer. Te aconsejo encarecidamente que te aventures hasta la cima, ya que las vistas panorámicas son simplemente brutales. Te prometo que no te arrepentirás.
Una cosa que destaca del Castell d’en Plaja es el camino que lo rodea, un lugar ideal para tomar mil fotos preciosas. Si visitas este sitio al atardecer, podrás disfrutar de una luz espectacular que le da un toque mágico al lugar. Sin embargo, debes tener en cuenta que hay algunas escaleras, por lo que no es recomendable para aquellos que viajen con carros de bebé o tengan dificultades de movilidad.
Aunque el acceso al interior del castillo no está permitido, el entorno que lo rodea es maravilloso. Dar un paseo por la naturaleza que lo rodea es muy agradable, y podrás disfrutar de una hermosa imagen del castillo en el acantilado. Aunque es una lástima que no se pueda visitar por dentro, vale la pena acercarse a este sitio y disfrutar de las magníficas vistas que ofrece.
El Castell d’en Plaja es un lugar emblemático que identifica la población y su playa. Puedes pasear por el camino de ronda y disfrutar de las vistas panorámicas de la Costa Brava. Aunque la visita al castillo no sea posible, el recorrido por el tramo de costa es totalmente recomendable. Si te animas, podrías alargar el recorrido hasta Tossa de Mar, aunque ten en cuenta que habrá momentos en los que deberás alejarte de la costa y adentrarte en el interior.
A pesar de que no se pueda visitar por dentro, el Castell d’en Plaja ofrece una experiencia única en la Costa Brava. Su ubicación privilegiada en el acantilado y las impresionantes vistas que ofrece hacen de este lugar una parada obligada para todos los amantes de la historia y la belleza natural. Recuerda llevar calzado cómodo, ya que el recorrido puede tener algunas zonas estrechas y escaleras. ¡No te lo pierdas!
4. Castle of Montgrí
El Castillo de Montgrí es una de las atracciones más impresionantes que se pueden visitar en la Costa Brava. Este castillo medieval está ubicado en la cima de una montaña y ofrece unas vistas espectaculares de la región. Sin embargo, algunos visitantes encuentran que el sendero para llegar al castillo puede ser un poco complicado, sobre todo en el último tramo. Es importante tener en cuenta que este sendero puede no ser adecuado para personas con ciertas limitaciones físicas, niños pequeños o carros. Aunque algunas reseñas sugieren que podría mejorarse la accesibilidad del sendero, una vez llegas a la cima, las vistas hacen que todo el esfuerzo valga la pena.
La excursión al Castillo de Montgrí es un plan imprescindible si visitas la Costa Brava. Aunque puede ser un poco exigente para algunas personas, especialmente en días calurosos, la recompensa de llegar a las torres del castillo es incomparable. Las vistas desde lo alto son simplemente impresionantes y te dejarán sin aliento. Además, muchos visitantes recomiendan llevar un desayuno o un picnic para disfrutar en lo alto del castillo. ¡Imagínate empezar el día con una vista panorámica inmejorable! Aunque algunas reseñas sugieren que se puede hacer la excursión con niños, es importante estar preparado para el camino empinado y llevar calzado adecuado.
El camino hacia el Castillo de Montgrí puede ser un desafío, pero las vistas panorámicas desde la cima hacen que todo el esfuerzo merezca la pena. Aunque la subida puede llevar cerca de una hora, especialmente si se hace con calma disfrutando del entorno, el paisaje y la historia del lugar, las vistas que esperan al llegar arriba son absolutamente espectaculares. La entrada al castillo es gratuita, lo que hace que esta visita sea aún más atractiva. Sin embargo, ten en cuenta que el camino puede ser pedregoso, empinado y sin sombra, por lo que es recomendable llevar agua, calzado adecuado y visitar el castillo en horarios con menos insolación para evitar incomodidades innecesarias.
El Castillo de Montgrí en la Costa Brava es una atracción que merece la pena visitar si estás en la zona. Aunque el sendero puede ser un poco complicado en algunos tramos y exigente físicamente, las vistas desde la cima y desde las torres del castillo son simplemente espectaculares. Recuerda ir preparado con agua, calzado adecuado y visitar en horarios menos calurosos para disfrutar al máximo de esta experiencia. La entrada al castillo es gratuita, lo cual aumenta su atractivo. No te pierdas la oportunidad de disfrutar de las vistas panorámicas y sumergirte en la historia medieval de la región en este impresionante castillo.
5. Castell de Begur
El Castell de Begur, ubicado en la cima de una colina, es un impresionante sitio histórico que ofrece vistas espectaculares de la Costa Brava y la comarca de l’Empordà. La subida hasta las ruinas del castillo está muy bien acondicionada, con una pista asfaltada que facilita el acceso incluso a aquellos que prefieren evitar terrenos complicados. Además del cómodo camino, el castillo cuenta con iluminación, lo que permite disfrutar de este lugar tanto de día como durante la noche.
Aunque el origen del castillo es desconocido, se cree que fue construido sobre las ruinas de una antigua fortaleza íbera. A pesar de que solo quedan algunos restos de muros, el atractivo principal del Castell de Begur no radica en su arquitectura, sino en las impresionantes vistas panorámicas que ofrece. Desde la cima, los visitantes pueden contemplar tanto las playas circundantes como el pintoresco pueblo de Begur.
El acceso al castillo puede resultar un poco exigente para aquellos que no están acostumbrados a realizar actividades físicas, sin embargo, muchos de los visitantes coinciden en que el esfuerzo empleado vale la pena. El último tramo, que se realiza a pie en subida durante unos 10 minutos, es la parte más desafiante pero, a medida que avanzas, las vistas panorámicas se revelan ante tus ojos, dejándote sin aliento.
El Castell de Begur es un lugar que no se puede pasar por alto durante una visita a la Costa Brava. Aunque las ruinas del castillo en sí no son impresionantes, las vistas desde la cima son simplemente espectaculares. Además, el camino hasta la cima está bien indicado y cuenta con diversos puntos de descanso, por lo que cualquier persona puede disfrutar de este asombroso mirador.
6. Castell de Sant Joan
El Castell de Sant Joan es una joya histórica ubicada en la Costa Brava. A pesar de ser una propiedad privada, este castillo ofrece unas vistas impresionantes desde sus alrededores, lo que lo convierte en un lugar perfecto para hacer fotografías y disfrutar de paisajes de ensueño. Aunque hay que subir algunas escaleras, estas son asequibles y valen la pena para poder disfrutar de las vistas panorámicas. Si eres amante de la fotografía, no puedes perderte esta oportunidad de capturar la belleza de la Costa Brava desde lo alto.
Este castillo, que data de principios del siglo XI, ha sufrido diversas adversidades a lo largo de su historia, como tormentas, terremotos y asedios, lo que ha afectado su estructura. A pesar de ello, aún se pueden apreciar restos de su torre que ha sido reconstruida y a la cual se puede subir para obtener una vista panorámica del pueblo y sus alrededores. Durante los meses de octubre a mayo, se puede visitar los sábados y domingos de 10 a 14 horas, mientras que durante los meses de junio a septiembre su horario es de lunes a domingo de 10 a 13 y de 17 a 19 horas. El costo de la entrada es de 3€. Además, dentro del castillo encontrarás atriles con documentación interesante y bien presentada que te permitirán sumergirte en su fascinante historia.
Ubicado cerca de Cal Banys, el Castell de Sant Joan se encuentra a solo una pequeña caminata desde el centro de Lloret de Mar, por lo que es ideal para realizar una excursión a pie y disfrutar de las excelentes vistas de las playas de la Costa Brava. Aunque es necesario pagar para entrar y verlo, el esfuerzo merece la pena debido a las impresionantes vistas que ofrece. Desde la torre podrás admirar el mar y la costa de forma espectacular. Si buscas un lugar único y especial para capturar imágenes o videos increíbles, este castillo es el lugar ideal, ya que ofrece vistas impresionantes de la Costa Brava que difícilmente encontrarás en otro lugar.
Si eres un amante de la historia y de las construcciones medievales, el Castell de Sant Joan es una visita obligada en la Costa Brava. Aunque algunos consideran que el precio de entrada es un poco elevado si no se cuenta con descuentos como el carné joven o universitario, este castillo ofrece algo más que las vistas típicas de otros castillos de la Costa Brava. Además, cuenta con excelente documentación presentada en atriles que te permite conocer más sobre su historia y te transporta a esa época medieval. No te pierdas la oportunidad de visitar este lugar único y disfrutar de una experiencia inolvidable en la Costa Brava.
7. Ciudadela Visigoda
La Ciudadela Visigoda es uno de los tesoros menos conocidos pero más fascinantes de la Costa Brava. Situada en la urbanización Puig Rom, en Roses, este monumento bien conservado es un viaje al pasado que sin duda merece la pena. Es una joya que ha sido recuperada con gran maestría por profesionales, lo que permite a los visitantes sumergirse en la historia de la región.
Este monumento encierra una antigua ciudadela dentro de sus murallas, ofreciendo una experiencia única para aquellos que buscan conocer el pasado de la zona. Además, el museo que alberga en su interior es de visita obligada, ya que alberga una fascinante colección de artefactos y objetos históricos.
Aunque puede ser un poco difícil de encontrar, la Ciudadela Visigoda ofrece unas buenas indicaciones para llegar. Una vez allí, podrás disfrutar de unas vistas impresionantes desde el mirador de Puig Rom, otro lugar poco conocido pero igualmente sorprendente. Todo esto hace que una visita a este lugar sea una oportunidad única para descubrir una parte desconocida de la Costa Brava.
Si estás buscando una experiencia histórica en la Costa Brava, sin duda debes incluir la Ciudadela Visigoda en tu itinerario. Recrea un momento fascinante de la historia, rodeado de murallas y artefactos únicos. No te arrepentirás de adentrarte en este lugar lleno de encanto y misterio.
En resumen, Costa Brava es un lugar lleno de encanto y belleza natural que ofrece una amplia variedad de atracciones y sitios de interés. Desde playas de ensueño hasta pintorescos pueblos pesqueros, esta región tiene algo para todos los gustos.
¡No podemos esperar a escuchar tus experiencias y descubrir qué lugares te cautivaron en tu visita a Costa Brava! Déjanos un comentario y comparte tus recomendaciones.
¡Estamos ansiosos por interactuar contigo y conocer más sobre este maravilloso destino!